miércoles, 24 de junio de 2015

Mirarse para adentro

Creo que aprender a entender y "observar" tus propias reacciones emocionales a medida que van surgiendo, sin tener la necesidad de exteriorizarlas, es de suma importancia. Yo llamo a esto "mirarse para adentro" y puede brindarte un increíble efecto calmante y relajante a lo largo de toda tu vida. Una gran parte de esto consiste en identificar los "disparadores" que crean reacciones negativas y positivas en ti, y aprender a “desarmar” los estímulos negativos y crear estímulos positivos y calmantes.
En el mundo de las citas y las relaciones amorosas, aprender estas habilidades es el equivalente emocional de aprender a leer y escribir. En otras palabras, no deberías pasarte la vida siendo emocionalmente analfabeta y dejándote atropellar por cada sentimiento que aparezca y cada persona que actúa a tu alrededor. Aprende a leer lo que está pasando con las personas a tu alrededor e identifica por ti misma lo que es importante.
Daniel Goleman habla sobre el cociente emocional, o "CE" (algo así como el coeficiente intelectual de las emociones) en su libro "Inteligencia Emocional". Sería bueno que lo leas si aún no lo has hecho. Desarrolla algunas ideas sorprendentes.
La gente suele pensar que simplemente tener un montón de sentimientos significa que “estás en contacto” con tus emociones. ERROR.
Ser emocionalmente capaz NO significa que debes experimentar y expresar todas y cada una de tus emociones en cualquier momento. Ser inteligente con tus emociones no implica dejarse llevar por los impulsos y reacciones que experimentas y regodearte con ellos.
Como decía Aristóteles (que Goleman menciona en su libro) es como aprender a tener "la rara habilidad para estar enojado con la persona adecuada, en la medida correcta, en el momento adecuado, con el propósito correcto y de la manera correcta".
Entonces, llegar a ser emocionalmente capaz tiene varios pasos:
1. Aprende a "observar" y ser consciente de tus reacciones emocionales.
A medida que comiences a prestar más atención a tus emociones y entiendas que no requieres accionar en todos los casos, tus emociones se convertirán en "diálogos internos", en lugar de ser un montón de impulsos de acción inmediata y reacción.
2. Identificar cómo y por qué tu diálogo interno aparece.
Mientras más te mires para adentro, vas a empezar a tener más control sobre lo que tu diálogo interno te conmina a hacer. Comenzarás a reconocer los "disparadores" positivos y negativos más comunes que ponen tu diálogo emocional en acción y cómo ellos provienen de tus más profundos sueños y miedos.
3. Aprende a hacer mejor uso de tu diálogo interno
Lo que sientes que es mejor para ti, generalmente no es lo mejor para ti y la otra persona. Cuando llegas a comprender el camino que lleva a tu mente a la acción-emoción-reacción, puedes comenzar a elegir cómo lidiar con tu diálogo interno.
Cuanta más experiencia adquieras haciendo esto en tu propia mente y comprendiendo que todos a tu alrededor pasan por las mismas cosas, comenzarás a cambiar tu enfoque y obtendrás resultados positivos.
Vas a entender el contexto emocional y recibirás una motivación positiva fuerte y más duradera que cualquier otra comunicación emocional negativa.
Mucho de lo que hace que las personas se hieran entre ellos y luego se arrepienten de su forma de actuar, es la incapacidad de observar sus propias emociones y reconocerlas como algo que puede ser independiente de su comportamiento.
En otras palabras, una emoción no tiene que conllevar a una acción o reacción asociada si aprendes a observarte internamente. Para ponerlo en otras palabras, de manera general se puede decir que las emociones simplemente “crean” una realidad interna en tu mente, distinta de la “verdadera” realidad.
Entonces, si un hombre se comporta de una manera que te hace daño, puedes elegir cómo quieres reaccionar ante eso. Puedes analizar las emociones que estás sintiendo y utilizarlas para guiarte intuitivamente a tomar decisiones más inteligentes.

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