miércoles, 6 de mayo de 2015

La historia de Jackie

Lorena, la madre de Jackie, tenía diecisiete años cuando conoció a Mario. A Lorena le interesaba el arte y, por más que su familia fuese pobre, ella estaba estudiando danza. Mario se enamoró locamente de ella. Era un joven emprendedor, ambicioso y carismático, y Lorena se sintió sumamente halagada por el inmediato interés que demostró por ella. 
Con toda la inexperiencia resultante de una protección familiar excesiva, Lorena no tardó en quedar embarazada. La familia de ella los obligó a casarse a toda prisa, y Lorena tuvo que abandonar sus sueños de llegar a ser bailarina. Mario tuvo que buscar trabajo y renunció a su idea de estudiar medicina. Los dos se sentían enfadados, como si les hubiesen robado su juventud. 
La relación fue tormentosa desde el mismo día de la boda. La admiración que sentía Mario por su joven esposa se convirtió de pronto en cólera y celos. Impuso la exigencia de estar al tanto de cada paso que ella daba, y llegó a controlarla mediante las escenas que le montaba y con sus ataques verbales. Durante los períodos de calma seguía siendo un amante cariñoso, pero con frecuencia sus estallidos coléricos sumían a su mujer en largas depresiones. Las abrumadoras responsabilidades de un matrimonio y un bebé a los dieciocho años, sumadas al comportamiento incontrolable de Mario, acabaron con cualquier espíritu de independencia que pudiera tener Lorena. Ese fue el marco familiar donde nació Jackie. 
Uno de los primeros recuerdos de Jackie era de su padre gritándole a su madre porque había dejado abierta la puerta del armario: La llamó egoísta, haragana y sucia de mierda, y después desparramó por toda la cocina las ollas y sartenes y la obligó a que las recogiera. Jackie veía que su madre estaba temblando, y que se corrían las lágrimas, y cómo ella no dijo nada. Su madre se limitó a hacer lo que él le decía. 
Lorena no intentó defenderse ni hacerse valer. Más adelante, solía quejarse, comentando con Jackie lo desdichada que era y diciéndole que nada podía hacer al respecto. Independientemente de que Lorena se diera cuenta o no, lo que estaba haciendo era proponer a su hija un modelo muy poderoso de comportamiento. 
El mensaje que recibió Jackie cuando vio cómo su madre se sometía a los malos tratos de Mario fue que la única manera de afrontar la agresión de los hombres es someterse y ceder. Del comportamiento de su padre aprendió que a los hombres les está permitido actuar como se les ocurra, y que las mujeres tienen que aguantárselo. 
Otro poderoso mensaje implícito en aquella escena era: si mi madre no puede protegerse sola, es indudable que no puede protegerme a mí. Dicho de otra manera, Jackie no podía confiar en que su madre la ayudara si la cólera del padre se volvía contra ella. Aunque cada comportamiento de los padres transmite algún tipo de mensaje, son solamente los temas repetitivos los que forman la imagen del mundo de un niño. Una madre que se deja golpear está demostrando a su hija que una mujer debe tolerar cualquier cosa con tal de aferrarse a un hombre. 
Cuando Lorena se sometía continuamente a las agresiones de Mario, estaba comunicando a Jackie que no era capaz de sobrevivir sin su marido. 
Ella nunca pudo entender por qué su madre, que le parecía maravillosa, se quedaba con su padre cuando él la trataba tan cruelmente. Ella acostumbraba preguntarle por qué se quedaba, especialmente cuando la veía llorar y le decía: “Pero ¿adónde puedo ir? ¿Qué podría hacer? ¿Quién se ocuparía de nosotras?”. 
Los mensajes que recibió Jackie de sus padres es que el mundo es un lugar que inspira miedo a una mujer que no tiene un hombre al lado, y que las mujeres son desvalidas y que dependen de los hombres, y que los hombres tienen todo el poder en las relaciones y las mujeres ninguno. Eso quedó profundamente grabado en sus actitudes y en sus percepciones. La niña creció firmemente convencida de que una mujer debe tener una relación con un hombre a cualquier precio, incluso si ese precio es su propia dignidad y su sentimiento del propio valor. 
Adaptado del libro: "Cuando el amor es odio" de Susan Forward

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