domingo, 8 de enero de 2017

Cómo tener la vida social que te mereces (Parte 2)

En cierta ocasión estaba tomando una copa en el bar de un hotel cuando un hombre se acerco hasta donde yo estaba, me dio la mano y con una gran sonrisa dijo: "Oye, viejo, ¿cómo te va?" Me habló no más de treinta segundos y luego se fue diciendo: "Disfruta tu noche, nos vemos más tarde". No me explicó por qué me estaba hablando. Unas horas más tarde me enteré de que este hombre era el dueño del bar. Obviamente, yo no sabía quien era inicialmente pero fui receptivo con él porque exudaba encanto y la confianza. Esa noche se puso a hablar con todo el mundo sin ningún esfuerzo. 
Todos podemos adoptar esta mentalidad. Los propietarios de restaurantes y bares suelen hablar con todo el mundo, a pesar de que muchos no tienen idea de quiénes son. No importan tanto la razón de su comportamiento sino la apertura y la calidez que proyectan. Ser sociable es un comportamiento aprendido y a la vez una actitud. 
Muchas personas dicen: "Cuando conozco a un chico increíble, voy a poner de manifiesto todo mi encanto". Pero esto es similar a que un actor de teatro diga: "Cuando me subo a el escenario, me voy a aprender mis líneas". En realidad, yo soy una persona introvertida. Mi idea de una gran noche es ver una película en casa con alguien que me importa, ya sea una novia o amigos. Aun así, sé que hay una gran cantidad de hombres y mujeres por ahí que me puede introducir a un nuevo círculo social y nuevos lugares. 
El punto es que hay un gran mundo ahí fuera en el que se encuentra tu chico ideal, y la única forma de encontrarlo es ampliar tu mundo. Tal vez sigues sin estar convencido de las ventajas de decir que sí, y la expandir tu red social, pero debes considerar que nunca se sabe dónde aparecerá el hombre perfecto, y cuando lo haga es mejor que estés socialmente "en forma", para poder iniciar una conversación, y obtener y mantener su interés. 
Tal vez crees que no eres sociable por naturaleza, pero te aseguro que esta es solo tu percepción y, de hecho, se puede cambiar. Eres un ser humano y por lo tanto sociable. Es un rasgo de nuestra especie. Ser sociable no relación alguna con ser introvertido o extrovertido. Aprender a hablar con la gente implica simplemente desarrollar una habilidad, no cambiará lo que eres. 
No se trata de ser la persona más loca de la fiesta, sino estar preparado para abrir nuestro mundo y mostrar un verdadero interés por otras personas. Toda relación comienza con una conversación, atrévete a iniciarlas.

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