jueves, 5 de marzo de 2015

La convincente

Un hecho común que suele destruir rápidamente una relación es cuando las mujeres tratan de "convencer" a los hombres de que cambie o de que hagan algo que ellas quieren, a pesar de la negativa de ellos.
Podría ser sobre algo tan pequeño como a dónde ir a comer o algo tan grande como un compromiso, pero tratar de cambiar su manera de ser puede significar el principio del fin.
Las mujeres convincentes tratan de controlar la relación y constantemente le dicen al hombre cómo se deben hacer las cosas. Ellas no tienen en cuenta lo que el hombre está sintiendo o experimentando.
Estas mujeres no se dan cuenta de todos los cambios que ellas mismas experimentan en estos casos. Pueden quejarse, rogar, suplicar, exagerar, llorar, enojarse, o hacer pucheros, ya que tratan que las cosas se den de acuerdo a sus expectativas. Pero una mujer no puede convencer a un hombre que cambie más de lo que un hombre puede convencer a una mujer que deje de sentir lo que ella siente. No hay manera de forzar una buena relación. Esta actitud sólo conduce a que el hombre se vuelva distante y que se retire más y más hasta que la relación termina.
Cuando actúas como una convincente, un conjunto de cosas poco agradables entra en juego. En primer lugar, vas a terminar trabajando cada vez más duro en la relación, únicamente para encontrarte con más y más resistencia.
Tienes que cambiar esta perspectiva. Este COMPORTAMIENTO daña y destruye las relaciones entre hombres y mujeres más que cualquier otra. Ten en cuenta que tratar de convencer es una respuesta normal a la resistencia y por lo general es hecho de una manera tan sutil que las propias mujeres no suelen darse cuenta de que lo están haciendo.
Demos un ejemplo: Si estás cerca de un hombre y has pasado algún tiempo con él, entonces tendrás una idea razonable de que tan cómodo él se siente contigo. Directa o indirectamente, lo que él dice y hace (o no hace) comunica lo que él quiere y lo que no quiere.
Y sí... cuando se trata de un hombre, si él NO está hablando de llevar la relación hacia adelante y no muestra interés en el futuro, y si no te pregunta acerca de tus pensamientos y deseos más profundos, y no te pregunta o se interesa en tu familia y amigos, entonces es una señal indirecta de que él no está tan interesado en un futuro contigo.
Entonces, ¿qué pasa si lo que un hombre quiere es diferente de lo que tú quieres? Nunca vas a cambiar la forma en que un hombre se siente y lo que quiere tratando de convencerlo de que vea las cosas a tu manera mediante una conversación.
De hecho, si lo estás intentando, eso es una garantía de que él se va resistir a lo que quieres, porque esa es la manera en la que funciona. Una de las respuestas psicológicas humanas más comunes y previsibles es responder con RESISTENCIA a comportamientos que tratan de convencer.
He aquí un buen ejemplo: ¿Alguna vez has hablado con alguien que quiere vender, comprar o conseguir algo de ti? Suelen comenzar siendo amables contigo. Es posible que la conversación sea agradable hasta que de repente sientes algo extraño cuando te das cuenta de lo que está pasando. Y entonces tienes una revelación... "Esta persona está tratando de convencerme de hacer algo por ella".
Justo en ese momento toda tu perspectiva sobre la conversación y la otra persona cambia. La forma de ver sus elogios, el tono de su voz, y su comportamiento cambia instantáneamente. Todo lo que ves es la forma en que está tratando de convencerte de algo, y eso hace que tu cuerpo se ponga tenso.
Esta es la forma natural del cuerpo de resistirse cuando siente una presión desde el exterior.
Por cierto, cuando los hombres quieren convencer de algo a las mujeres, ellas reaccionan con resistencia también, al igual que los hombres. Muchos hombres tratan de hacer que una mujer se interese en ellos, aun cuando saben que ellas no sienten lo mismo, pero en su mente eso no importa. Le compran flores y dan regalos todo el tiempo y están absolutamente seguro de que si tan sólo ellas pudieran escuchar sus sentimientos y sus puntos de vista, ella naturalmente sentiría lo mismo también. Y… ¿saben que suele pasar? Un RECHAZO.
En el fondo, ellos sabían lo que ellas pensaban desde el principio, pero no quisieron prestar atención. Pensaron que sus sentimientos eran tan fuertes que cambiarían su forma de pensar y las convencerían de sentir lo mismo.
Los comportamientos suplicantes tienen efectos negativos profundos. Si estás haciendo muchas cosas para convencerlo de algo, el hombre puede empezar a verte como un dolor de cabeza con el que tiene que lidiar frecuentemente y se resentirá.
A medida que envejecemos, si tenemos suerte, sabremos que eso no funciona. Somos lo suficientemente inteligentes como para abandonar este comportamiento con la mayoría de las personas en nuestras vidas. Pero cuando la intensidad de nuestros sentimientos es grande, estos nos empujan de nuevo a nuestro comportamiento "básico". Algo así como la forma en la gente en una crisis entra en pánico. 
Tratar de ser “convincente” cambiará tu manera de comunicarte y comportarte, sea que lo notes o no. Comportamientos de este tipo hacen que cedas el control, mostrando tu dependencia emocional en las decisiones y acciones de un hombre.
E incluso si no estás tratando muy evidentemente de convencer a un hombre, a un nivel inconsciente, él va a sentir que el miedo y la desesperación te controlan. 

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